
Problemas con el radiador del coche y su solución
El radiador de su automóvil es una de las partes más importantes del motor y es responsable de mantener el motor y otras partes del automóvil a una temperatura de funcionamiento moderada. Si bien los problemas con los radiadores de los automóviles pueden desarrollarse de forma gradual o rápida, dependiendo de la naturaleza del problema, vale la pena reconocer los primeros signos de problemas en los radiadores. Esto le permitirá resolver cualquier problema antes de que se vuelva grave y potencialmente peligroso.
La primera pista de un problema en el radiador es el indicador de temperatura del motor. Cuando un coche se sobrecalienta, el radiador es el primer punto de inspección para determinar cualquier posible problema. Dicha falla del radiador podría ser causada por un nivel de refrigerante bajo o vacío, ventiladores auxiliares rotos o mal funcionamiento, mangueras rotas que resultan en fugas de refrigerante o un radiador roto, dañado o sucio. Para estar seguro, estacione el automóvil en un lugar seguro, abra el capó para permitir que el motor se ventile y verifique los componentes correspondientes. Si no puede encontrar el problema y el sobrecalentamiento persiste, comuníquese con el centro de servicio o mecánico más cercano para obtener ayuda.
El segundo signo es una acumulación de óxido. El radiador está hecho de metal y es susceptible a oxidarse. Se ve muy afectado por los restos de la carretera, las sales, la humedad y otros catalizadores que podrían provocar reacciones químicas. Cuando esto sucede, el óxido acumulado devorará lentamente el radiador, disminuyendo efectivamente las capacidades de este componente antes de descomponerse por completo. Para identificar este problema, debe quitar la tapa del radiador y verificar el color del refrigerante. Un líquido de color marrón significaría oxidación excesiva dentro del sistema de enfriamiento y, por lo tanto, se recomienda lavarlo. Para evitar este problema, utilice refrigerante o anticongelante de alta calidad mezclado con cantidades adecuadas de agua destilada. Haga lavar el radiador al menos una vez al año para evitar la acumulación de óxido.
El tercer síntoma son las fugas en el radiador. Una fuga en el radiador suele ser causada por la vejez y debe repararse o reemplazarse de inmediato. Si hay algún signo de fuga evidente en su radiador, haga que inspeccionen y reparen este problema de inmediato. Si la fuga persiste, reemplace el radiador para evitar problemas en el futuro. Sería una buena idea inspeccionar el estado de su radiador con regularidad, por ejemplo una vez a la semana.
Además de los signos anteriores para la solución de problemas, existen otros métodos que puede seguir.
Compruebe el nivel de agua o refrigerante. Abra la tapa del radiador en un motor frío. Deberías poder ver el líquido si el radiador tiene suficiente. Para conocer el nivel correcto, puedes consultar tu manual del propietario. Si la cantidad de refrigerante no es suficiente, llene el radiador según sea necesario. Una mezcla 50/50 de agua y refrigerante puede funcionar para obtener mejores resultados.
Inspeccionar el estado de las mangueras. Fíjate si hay alguna señal quebradiza o agrietada. Verifique si hay fugas en los accesorios y vea si las costuras están rotas.
Un termostato controla la cantidad de refrigerante que puede entrar y salir del radiador. Ayuda a mantener el motor a una temperatura óptima de funcionamiento. Revisa el termostato y asegúrate de que esté abierto y limpio, permitiendo que el agua pase a través de él. Si está limpio pero el agua no circula, verifique que no haya fugas en la bomba de agua.
La primera pista de un problema en el radiador es el indicador de temperatura del motor. Cuando un coche se sobrecalienta, el radiador es el primer punto de inspección para determinar cualquier posible problema. Dicha falla del radiador podría ser causada por un nivel de refrigerante bajo o vacío, ventiladores auxiliares rotos o mal funcionamiento, mangueras rotas que resultan en fugas de refrigerante o un radiador roto, dañado o sucio. Para estar seguro, estacione el automóvil en un lugar seguro, abra el capó para permitir que el motor se ventile y verifique los componentes correspondientes. Si no puede encontrar el problema y el sobrecalentamiento persiste, comuníquese con el centro de servicio o mecánico más cercano para obtener ayuda.
El segundo signo es una acumulación de óxido. El radiador está hecho de metal y es susceptible a oxidarse. Se ve muy afectado por los restos de la carretera, las sales, la humedad y otros catalizadores que podrían provocar reacciones químicas. Cuando esto sucede, el óxido acumulado devorará lentamente el radiador, disminuyendo efectivamente las capacidades de este componente antes de descomponerse por completo. Para identificar este problema, debe quitar la tapa del radiador y verificar el color del refrigerante. Un líquido de color marrón significaría oxidación excesiva dentro del sistema de enfriamiento y, por lo tanto, se recomienda lavarlo. Para evitar este problema, utilice refrigerante o anticongelante de alta calidad mezclado con cantidades adecuadas de agua destilada. Haga lavar el radiador al menos una vez al año para evitar la acumulación de óxido.
El tercer síntoma son las fugas en el radiador. Una fuga en el radiador suele ser causada por la vejez y debe repararse o reemplazarse de inmediato. Si hay algún signo de fuga evidente en su radiador, haga que inspeccionen y reparen este problema de inmediato. Si la fuga persiste, reemplace el radiador para evitar problemas en el futuro. Sería una buena idea inspeccionar el estado de su radiador con regularidad, por ejemplo una vez a la semana.
Además de los signos anteriores para la solución de problemas, existen otros métodos que puede seguir.
Compruebe el nivel de agua o refrigerante. Abra la tapa del radiador en un motor frío. Deberías poder ver el líquido si el radiador tiene suficiente. Para conocer el nivel correcto, puedes consultar tu manual del propietario. Si la cantidad de refrigerante no es suficiente, llene el radiador según sea necesario. Una mezcla 50/50 de agua y refrigerante puede funcionar para obtener mejores resultados.
Inspeccionar el estado de las mangueras. Fíjate si hay alguna señal quebradiza o agrietada. Verifique si hay fugas en los accesorios y vea si las costuras están rotas.
Un termostato controla la cantidad de refrigerante que puede entrar y salir del radiador. Ayuda a mantener el motor a una temperatura óptima de funcionamiento. Revisa el termostato y asegúrate de que esté abierto y limpio, permitiendo que el agua pase a través de él. Si está limpio pero el agua no circula, verifique que no haya fugas en la bomba de agua.
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